El objetivo es conseguir ciudades capaces de generar y canalizar su propia energía a través de las personas. La idea es que las zonas de mayor tránsito de las ciudades se conviertan en focos generadores de energía y mostrar a las personas que pueden contribuir a un bien común.
Se llevaría a cabo gracias a un tipo de materiales llamados piezoelectricos para la fabricación de las baldosas. Estos materiales al deformarse producen una tensión y una corriente lo que provoca que al pisarlos producen energía. El reto está en hacer de esto un producto eficiente y rentable. La implantación de las mismas se llevaría a cabo en zonas con mucho tránsito de gente, para poder obtener la mayor cantidad de energía posible.